domingo, 15 de noviembre de 2009

hacia el noreste: Mashad






Debido a los caprichos de la embajada de turkmenistan tuvimos que dejar nuestro querido Yazd de repente, y olvidarnos de nuestro plan de adentrarnos mas en el desierto y visitar la ciudad de Kerman y los impresionantes castillos de roca de Kaluts. Habia que viajar con mucha prisa hacia Mashad, al noreste de Iran, donde el consulado turkmeno nos iba a expedir las visas.Tras atravesar todo el desierto en un autobus nocturno (16 horas), lo que se configuraba como una semana aburrida y obligada en Mashad (ciudad Santa de peregrinacion Chii), a la espera de poder entrar en Turkmenistan, ha resultado ser un tiempo perfecto para descansar de los dias pasados y preparnos para nuestra nueva travesia hacia Asia Central. Una de las cosas que ha hecho de Mashad una ciudad acogedora es Vali, un excentrico mercader de alfombras, que desde hace unos dos anhos ofrece su casa a los viajeros. Con el fuimos a Kang, un pueblito muy destruido de adobe en un precioso valle tenyido de otonyo, con las casas en escalera (el techo de una es el suelo de la otra). Ayer, como premio final, fuimos a escalar (David no pudo dormir la vispera de la emocion). Despues de recorrernos las tiendas de montanha y de rechazar las ofertas de las agencias de viaje, un empleado de estas, Mehdi, decidio cambiar el plan que tenia con sus amigos, y llevarnos con ellos a Akhlamat, un canhon entre montanhas rocosas donde se dan citan los escaladores de la zona. La rutina era la misma que en Espanha, eso si, el equipo de la era de la polka y el atuendo femenino incluia hijab y gabardine. Pasamos un dia genial.

hacia el desierto: Shiraz, Yazd.









Shiraz, cuna de los poetas mas queridos de Iran como Sa’adi y Hafez, y de Perspepolis, y una de las ciudades mas imponentes de la antiguedad desde donde Xerxes y Dario gobernaban medio mundo. Llegamos caminando desde Naqsht Rostan (donde se encuentra la tumba de Dario) hasta Persepolis. Conforme nos ibamos acercando, y a pesar de que las nubes se comieron la fantasia de la luz, empezaron a surgir los leones alados las columnas infinitas, los caballos decorados, y en una escala menor, nos encontramos todas esas comunidades de etiopes, asirios, arabes,...presentando sus tributos a Dario, quien en un gesto de agradecimiento (digo yo que no seria unicamente un simbolo de poder) decidio representarlos en todas las escaleras de los templos, palacios y demas estancias de Persepolis.

Yazd, esta ciudad del desierto tiene un gran tesoro: un centro historico de casas tradicionales de adobe. A la hora de la siesta, daba gusto pasear por sus calles desiertas con sus placitas, mezquitas y caravansares. Aqui nos quedamos a domir en el hotel Orient. La parte de detras del hotel destinada a los viajeros de bajo presupuesto tenia dos dormitorios que daban a un patio descuidado y con mucha personalidad. Como suele ocurrir con estos sitios magicos, conocimos a una pareja de catalana y argentino, y a una canaria, con los cuales pasamos los dias conversando. Todos ellos viajeros experimentados nos contaron sus descubrimientos, que no hicieron mas que llenar aun mas nuestra ansias de conocimiento y curiosidad por lo desconocido.

viernes, 13 de noviembre de 2009

hacia el sur: Qom, Esfahan.








Una vez conseguidas (o casi) las visas en Teheran iniciamos nuestro viaje hacia el sur de Iran. La primera parada Qom. Esta ciudad santa chii es la mayor productora de mullahs y sus calles estan llenas de estudiantes de teologia, madrasas y miles de peregrinos que vienen a visitar la tumba de Fatemeh, la hermana del octavo imam, Reza. Aunque todo esto debiera dar un halo de espiritualidad a la ciudad, lo que vimos nosotros, (siempre desde fuera del complejo de la tumba pues no nos dejaron entrar…) fue un efervescente mercado que saciaba la sed material de los peregrinos.

Y de Qom a la mitica ciudad de Isfahan, la mas elegante y ajardinada de las que hemos visitado en Iran, y donde hay una enorme plaza principal con dos mezquitas espectaculares, preciosas...Uno no puede dejar de mirar sus cupulas revestidas de azulejos coloreados que describen unas filigranas complicadisimas e hipnotizantes, banyadas por el ultimo sol de la tarde, mientras se esta tomando un te...Hay tambien un palacio, palco privilegiado hacia la plaza, desde donde el monarca de turno (sXVIII dinastia Safavid, el gran Sha Abbas I) disfrutaba de agasajar y maravillar a sus invitados ante tanta belleza, ver partidos de polo, beber...en fin, esa belleza y finura persa que uno se imagina.

Una de las tardes de Isfahan la pasamos en el huerto del padre de Ali, un chaval que conocimos al terminar el trekking en Tonekabon, en el mar Caspio (un mar que pasa desapercibido.. las ciudades costeras le dan la espalda). El rato que pasamos con esta familia (y con tantas otras posteriormente) nos mostraron otra cara de los iranies. Nos sorprendio la incomprension de algunos hacia los no creyentes, su interes por todo el universo material que rodea a los occidentales, su tristeza y fustracion por la historia que les ha tocado vivir, su sed de occidente, fruta prohibidaSiempre tan generosos, los iranies maquillan con su hospitabilidad su realidad rigida e intransigente, ahogados de tanta religion.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Alamut, Teheran



















Y despues de poneros los dientes largos con nuestras primeras impresiones de Iran, el silencio….A las puertas de Turkmenistan, en la ciudad de Mashad, echamos la vista atras recorriendo los ultimos 40 dias en Iran, y de repente nos acordamos de vosotros, …y del blog!!
Los primeros quince dias los pasamos en el norte del pais, sobre todo en Teheran, una ciudad que pone los nervios de cualquiera a flor de piel por su magnitud, trafico, polucion… Sin embargo, es ineludible, hay que pasar por alli, y encima quedarse unos dias, los necesarios para tramitar las visas, en nuestro caso las de Turkmenistan y Uzbequistan. De Teheran nos salvaron dos cosas: un trekking que hicimos de 4 dias al noroeste de Teheran, en el valle de Alamut y Shahand un actvista que conocimos subiendo la montanha del Kolachol en Teheran. Si Shahand (de estilo gotico) nos mostro el lado oscuro de Iran y de sus efectos en la juventud, el valle de Alamut fue nuestro primer contacto con el Iran rural. Nosotros dos, dos mulas y un mulero nos adentramos en esta region preciosa, de montanyas duras, rocosas y aridas en la vertiente sur (desde la que empezamos) y verdes, humedas y frondosas en la vertiente norte, que mira hacia el mar Caspio (donde terminamos).