lunes, 5 de julio de 2010

Caminando hacia al glaciar Milam










Despues de un mes en la India llegamos a Munsyari en el estado de Uttarakand, en la cordillera de Kumaon. Las dimensiones son espectaculares. El pueblo es un pueblo de montaña, como cualquiera, con sus casas de piedra, y sus caminos empinados, pero ante el surge una formacion de rocas y tierra que quiere tocar el cielo. Desde aqui comenzamos a caminar hasta el Glaciar de Milam, 90 kilometros de trekking siguiendo una de las rutas comerciales con el Tibet. Desde la guerra con China a finales de los sesenta, la ruta ha dejado de ser ruta, y sus pueblos, pueblos, ahora deshabitados.De aqui, del valle del Johar, son los Pundit, quienes topografiaron para el servicio secreto ingles el territorio desconocido y disputado con los rusos mas alla de las fronteras del Imperio. Es el Gran Juego, la apasionante historia de la conquista de Asia Central.

Esta vez vamos solos, con tienda y cocina de keroseno de 2 kg, un mortimer! Los primeros dias caminamos encajados en el valle, siguiendo el rio Gori. Poco a poco el valle se va abriendo y la naturaleza va desapareciendo, llegan los picos nevados, las maravillosas praderas alpinas, y las rocas. El hecho de ir solos nos da plena libertad, paramos y dormimos donde queremos. Los lugares en el camino - Nahar, Rilkot, Martoli, Milam - son bellismos.

En Milam conocimos a Kishan, el regentaba el hospedaje. De 65 años, tez oscura, apenas con dientes, con gorro de lana. Su jardin de dos hectareas y sus manos nos daban de comer, - Alo Potato Paratha..! decia por la mañana para anunciar el menu del desayuno...Durante el dia conversabamos en un banco de piedra caliente, por la noche en la cocina. Nos entendiamos muy bien. La despedida fue triste, ojala vengamos de nuevo. Antes de irnos nos regalo un puñado de anisetes, una fresa y una flor. Un hombre extraordinario.

Visitamos el glaciar Milam antes de comenzar el retorno. Despues de varias horas caminando, lo vimos de lejos, su aparente antesala, unas montañas que recordaban Afganistan, rocas y tierra que envuelven la nieve. Queriamos bajar a Munsyari por el paso de Ralam. Afortunadamente decidimos en el ultimo momento que no era muy factible. 20 kg de mochila nos atan al suelo. Asi que bajamos por donde subimos. A pesar de ser una ruta conocida, estaba llena de misterios. Llegamos a Munsyari hambrientos y con ganas de confort y mundial.