El Norte de Iran

Amigos y amigas,
ya estamos de nuevo aqui, perdonad la ausencia, pero Iran nos requeria al 100%. Llevamos aqui unos diez dias y estamos felicisimos. Hemos visitado las ciudades de Tabriz, Rasht en el Mar Caspio, Zanjan, y las ruinas de Takht al Suleiman, camino a Teheran. Ayer llegamos a esta capital de 15 millones que bulle con fuerza y sin pausa.
Si no conoceis Iran, teneis que venir. Aqui os esperan. Los iranis son increibles. Nunca nos habian recibido tan generosamente. Curiosos quieren saber de donde venimos, que hacemos, porque hemos venido a Iran, en que trabajamos. Y sobre todo quieren saber que pensamos de ellos. Conscientes de su historia quieren hacer llegar un mensaje al mundo: son gente de paz y Ahmadineyad no les representa. A traves de sus poetas y escritores - tan presentes a pesar de la revolucion islamica - los iranies conscientes de su historia siguen luchando dia a dia por sus ideales y libertad.
Cada dia es diferente, pero tiene un denominador comun: en algun momento del dia, conocemos a alguien que nos invita a su casa a comer, nos ayuda a encontrar el camino, nos hace participe de su trabajo, nos presenta a sus empleados, a sus alumnos, a su familia.
En unos dias, despues de poner en marcha la maquina de las visas (para Turkmenistan, Uzbequistan, Kyrgyzstan) iremos al famoso Damavant y el Alamut Valley, entre Teheran y el Mar Caspio. Ya os contaremos. Un beso enorme y no lo olvideis, Iran es una vitamina para el alma. Si podeis, programad ya unas vacaciones aqui.
Las fotos que veis son de las ruinas de Takht el Suleiman, el bazaar de Tabriz, nuestra habitacion en un hotelillo de Tabriz, las montanhas cerca de Zanjan camino de Takht el Suleiman, David en el tren de Van (Turquia) a Tabriz (Iran)

Kurdistan

Ayer llegamos a la ciudad Irani de Tabriz, pero sobre esto ya escribiremos, ahora la cabeza solo permite contaros los ultimos 10 dias en el Kurdistan turco. Imaginaros a 1700 metros de altitud, rodeados de montanhas rocosas y suaves praderas, cuidados por gente amable y acogedora, aferrada a su tierra para hacerla patria. Bienvenidos a Diyarbakhir, Sinkar, Hakkari y Van.

Diyarbakhir, ciudad amurallada, fue el centro de la resistencia kurda durante las decadas de 1980 y 1990. Para llegar a los pueblos de montanha de Sinkar y Hakkari tuvimos que pasar mas de 10 controles militares (hasta tuvimos que hablar por telefono con un oficial que no se creia que eramos turistas!). Nunca nos habian recibido tan bien. Cualquier ocasion era buena para darnos de beber y comer. El final de nuestro trayecto en Turquia fue Van, un pueblito vigilado por un castillo, al lado de un gran lago y un volcan. Que maravilla!

Llegar a estos pueblos del kurdistan es una experiencia intensa. Mitad hombre/mujer, mitad mochila, uno se convierte en el protagonista y tiene que actuar como tal. Silvia, con experiencia en paises aparentemente dominados por hombres, juega a no ver a nadie, a mirar al infinito. David opta por el papel de interlocutor y responde a casi todas las miradas. Despues de este primer encuentro con el otro llegan los intercambios a pequenha escala, mas sencillos, mas faciles, que te permiten estrechar las diferencias y comenzar el intercambio de curiosidades.